Desafíos y Liderazgo: tiempos de transformación.

The TEAM Mindooners

4/29/20243 min leer

La irrupción de la pandemia de Covid-19 representó un cambio radical y sin precedentes, al menos en los últimos 25 años. El entorno en el que operaban las empresas desde principios del siglo XXI se ha transformado por completo en todos los aspectos. Hoy en día, los cambios son globales y simultáneos en la economía, la política, la tecnología, la salud, el clima y las alteraciones profundas en el comportamiento humano.

Estamos viviendo una década que demanda a los líderes más capacitados al frente de las organizaciones, aquellos capaces de crear y fomentar una cultura que garantice la capacidad y el entusiasmo para transitar hacia el éxito, a pesar de las circunstancias en medio de aguas turbulentas.

Según el profesor John P. Kotter de la Universidad de Harvard, reconocido a nivel mundial en liderazgo organizacional, el liderazgo va más allá de lo que puede aportar un directivo carismático. Kotter sostiene que se requiere visión, oportunidad, agilidad, inspiración, pasión, innovación y celebración. No se trata únicamente de gestionar proyectos, revisar presupuestos o mantener relaciones jerárquicas, sino también de comprometerse con un plan establecido. Sin embargo, quedarnos únicamente con estos últimos aspectos no garantiza el éxito en un mundo caracterizado por la turbulencia. De acuerdo con Kotter, las empresas que son impulsadas por fuerzas internas poderosas se destacan gracias a una estructura ágil en red y requieren un tipo de liderazgo distinto al tradicional. Entonces, ¿qué se espera de los líderes en este nuevo panorama?

Ya no se basa en el clásico comando y control, sino que evoluciona en función de la cultura que se crea para atraer, retener y conectar a los colaboradores. El estudio “El arco hacia el nuevo liderazgo” realizado por Accenture destaca tres recomendaciones para crear culturas organizacionales exitosas a través del liderazgo moderno: integral, conectado y ágil. El liderazgo integral se centra en el propósito de la organización y su papel en la sociedad, considerando un contexto más amplio que abarca desde las condiciones económicas hasta la realidad política, los movimientos de justicia social, la urgencia ambiental y el vertiginoso cambio tecnológico. Este tipo de liderazgo es capaz de reconocer presiones exteriores, adaptarse y adaptar a sus organizaciones. Por otro lado, el liderazgo conectado busca generar cohesión.

El objetivo es buscar que los colaboradores den lo mejor de sí mismos y produzcan mejores resultados para el negocio; es necesario motivarlos y promover la cocreación y la acción colectiva. En este sentido, las acciones individuales ya no son suficientes, y es crucial trabajar en ecosistemas donde la conexión y la satisfacción integral del empleado sean fundamentales. Finalmente, el liderazgo ágil exige la creación de un entorno altamente innovador y descentralizado. Esto implica un grado de confianza y experimentación, especialmente importante en tiempos de incertidumbre. Los líderes ágiles promueven la mejora y la innovación como cultura, alientan a la gente a pensar en grande y a desafiar permanentemente el statu quo, ofreciendo oportunidades para generar cambios y la libertad para fallar y aprender.

Además, fomentan una toma de decisiones centrada en el cliente, promoviendo sistemas que maximicen las decisiones acertadas, brindando información, herramientas y nuevas habilidades a los equipos, y colocando la colaboración como principio significativo de la cultura organizacional. La agilidad es relevante, especialmente en organizaciones grandes, con jerarquías, procesos, sistemas y reglas complejas, que pueden obstaculizar las transformaciones necesarias.

En este contexto, el fenómeno de la gran renuncia cobra un nuevo sentido. Si bien muchos trabajadores están buscando nuevas oportunidades, otros están en búsqueda activa de una conexión que impulse su desarrollo personal y profesional. Es responsabilidad de los líderes fomentar esta conexión y facilitar la transición hacia nuevos escenarios de talento, competitividad y valor para los negocios. Los líderes de hoy en día estamos llamados a evolucionar en nuestro rol, entendiendo el desafío de dirigir organizaciones con generaciones diversas, desde baby boomers hasta centennials. Es fundamental comprender que a los más jóvenes los motiva más el propósito y el impacto que el dinero y el cargo.